lunes, 19 de marzo de 2018

Próximamente, en el Aula de Juegos...

Últimas incorporaciones a nuestra Aula de Jocs: los juegos de cartas Los inseparables, Criaturas y cultistas y Dungeoneer. A probar próximamente.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Jugamos a Magic Maze


Animado por la recomendación de Octavio Beares, que además compruebo que escribió sobre el mismo tema recientemente, me hice con un ejemplar de Magic Maze para nuestra Aula de Juegos. Se trata de un juego para jugadores a partir de 8 años y entre 1 y 8 jugadores, aunque personalmente creo que funciona de manera óptia con cuatro o cinco.

¿De qué va? En el juego tenemos a cuatro personajes, un arquero, un enano, un guerrero y un mago (¿un guiño de los creadores al clásico Gauntlet? Yo digo sí), cada uno con su correspondiente color. Estos personajes han perdido su armamento y se internan en un centro comercial fantástico para robar equipamiento. Una vez consigan todos su equipo, sonará la alarma y deberán escapar a través de una (o varias) salidas.

Magic Maze es un juego de exploración y cooperación. Hay dos factores que hacen interesante este juego. El primero es que los jugadores no manejan a los personajes, sino un movimiento (norte, sur, este, oeste) de cualquiera de ellos, así como alguna habilidad especial (exploración de nuevas "habitaciones" o losetas, teletransporte, etc.). El juego no tiene turnos: todos los jugadores pueden mover, en la dirección que pueden usar, a cualquier personaje en cualquier momento las veces que quieran.

El segundo factor es que los jugadores no pueden hablar ni comunicarse por gestos. En su lugar, hay un pequeño "bolo" rojo que sirve para llamar la atención de un jugador a otro indicando "haz algo". Por si fuera poco, se trata de un juego contrarreloj, con un reloj de arena (¿de aproximadamente tres minutos?) que se irá agotando, pero que los jugadores podrán reiniciar alcanzando determinadas casillas del tablero. ¿Juego cooperativo y en el que los jugadores no pueden hablar?  ¡Tenía que probarlo!

Tras casi una semana de partidas con diferentes grupos puedo decir que Magic Maze resulta muy satisfactorio. Sobre todo porque es un juego cooperativo: o ganamos todos y conseguimos escapar del centro comercial, o perdemos todos. Eso contribuye al trabajo en equipo de forma significativa. Cuando los jugadores se concentran, es una delicia verlos trabajar coordinadamente, moviendo las fichas a velocidad de vértigo. Por eso es que el juego necesita de mucha atención por parte de los jugadores. 
Hemos realizado partidas con diversos grupos. Las primeras partidas siempre son de muchos nervios e impaciencia. Cuesta mucho no hablar ni comunicarse entre ellos, y a veces el repique del bolo de madera en la mesa es más enervante que si hablasen. Con el grupo de 1º de ESO (12 años), a partir de la segunda sesión, se lo han tomado con más calma y menos ruido, concentrándose bien y avanzando en los niveles de dificultad (el juego ofrece diversos niveles que van complicando las reglas paulatinamente). Este grupo sólo perdió una de sus primeras partidas. El grupo de 6º de Primaria (11 años), en cambio, mucho más movido y nervioso, sólo consiguió vencer en una o dos ocasiones.
 
En conclusión: magnífica adquisición para el Aula de Juego este Magic Maze. Pone en juego las capacidades de trabajo de equipo, concentración, gestión del tiempo, coordinación viso-espacial, y etc. Os lo recomendamos.

Magic Maze (Kasper Lapp/Sit Down!/2Tomatoes, 2015) · BGG
Num. de jugadores: 1-8 (probado de 3 a 6: el número ideal sin duda es 4)
Edad: 8+ (probado a partir de 12)
Duración: 15m. 
Precio: 25€ aprox. Existe una expansión ('Seguridad máxima') por 20€ aprox.




Valores didácticos
·  Capacidad de concentración, inteligencia espacial, búsqueda de la ruta más eficiente, gestión del tiempo, trabajo y complicidad de grupo, psimotricidad fina y capacidad de coordinación de movimientos, gestión de la frustración. Se trata de un juego que puede funcionar bien para dar cohesión al grupo de jugadores.



Valoración
7/10
Juego cuya mecánica de interacción entre los jugadores puede resultar en principio curiosa e incluso frustrante, hasta que el grupo de jugadores consigue cierta complicidad, lo que hace que las victorias sepan mejor y las derrotas no sean tan amargas.